Saturday, February 16, 2008

Abuelo

Querido Papi,

Cuanto te extrano! Tu presencia, tu firmeza, solidez, constancia, compania. Tu ausencia retumba. Te busco a veces por las esquinas del colmado. Una vez pense verte subir la escalera a la oficina, un celaje de tu cabellera blanca, tu guayabera blanca, tu pelo abrillantado. Que guapo, ahi vas de nuevo a chequearte en el espejo y pasarte la peinilla que siempre llevas en tu bolsillo. Que porte, tus hombros erguidos, custodiando lo tuyo, velando por todos, por nosotros, por los tuyos. Nos haces falta, que vida vivimos junto a ti, gracias a ti, por tu esfuerzo incansable. Todo lo que tengo, lo tengo por ti. Por ti, todavia estamos, aqui en tu querido Viejo San Juan. Como han cambiado las cosas, Papi. Deberias estar aqui, pero estas major donde estas, lejos de esa cama que te tuvo encadenado por anos. Estas libre ahora, Papi. Libre de lo terrenal, de tu enfermedad, de tus preocupaciones, de tus responsabilidades, de tus obligaciones. Pero como nos haces falta! Viviras en mi siempre y te seguire buscando por las esquinas, a ver, si aunque por un momento fugaz me digas un “Ole!”

Te quiere,
Tu nieta




-Haydee Ann Basaraba Arroyo